Cuerpos Disidentes: la revolución necesaria en la industria de la moda

Por:

CAROLINA PINHEIRO

April 14, 2025

El mundo de la moda ha sido tradicionalmente regido por estándares muy específicos: tallas reducidas, cuerpos simétricos y una idealización de la juventud y la delgadez. Estos parámetros no solo han generado una visión limitada de lo que se considera “belleza”, sino que también han dejado fuera a millones de personas cuyo cuerpo no encaja en la norma. En este contexto, hablar de cuerpos disidentes se vuelve urgente y necesario para transformar la industria hacia un modelo más inclusivo, diverso y conectado con la realidad social.

Partamos de lo básico, ¿Qué son los cuerpos disidentes? Los cuerpos disidentes son aquellos que se salen de la norma hegemónica de belleza o salud; pueden ser cuerpos con tallas grandes, con discapacidades físicas, cuerpos trans o no binarios, personas de mayor edad, o que, por su complexión, color de piel o proporciones, no encajan en los estereotipos establecidos.

El término “disidente” implica, precisamente, que estos cuerpos retan la homogenización impuesta por la cultura y la moda tradicional. Este desafío no solo ocurre en la pasarela; sucede también en las tiendas, en las fotografías de campaña y, cada vez más, en plataformas de eCommerce, donde la experiencia de compra puede volverse excluyente si no hay variedad de tallas, representaciones y guías adecuadas.

Históricamente, la moda occidental ha celebrado un canon corporal muy restringido que deja fuera a la mayoría de la población. Este legado excluyente se evidencia en la falta de tallas variadas, ya que muchas marcas no ofrecen opciones más allá de la L o XL, y cuando lo hacen, la selección de diseños suele ser limitada.

Asimismo, los modelos que se emplean en publicidad y catálogos responden a un prototipo casi idéntico, lo que genera poca identificación en quienes no coinciden con ese ideal. Además, existe una ausencia de diseños adaptados para personas con discapacidad, pues rara vez se contemplan ajustes que garanticen su comodidad y funcionalidad.

Por último, la obsesión con la delgadez y la juventud alimenta la construcción de imaginarios poco saludables, llegando a propiciar trastornos alimenticios, baja autoestima y discriminación. En este contexto, la decisión de visibilizar y adoptar cuerpos disidentes no solo constituye un acto político y de responsabilidad social, sino que además resulta rentable.

De hecho, según el informe “Diversity Wins” de McKinsey & Company (2020) y un estudio de Deloitte (2019), las marcas que integran la inclusión y diversidad corporal en sus propuestas experimentan incrementos significativos en ventas y fidelización, superando incluso en un 30% a aquellas que mantienen cánones más restrictivos.

La inclusión de cuerpos disidentes no solo es un ideal, sino una realidad cada vez más presente, y podemos ver esto, por lo menos desde 2004 cuando Dove lanzó su campaña “Real Beauty”, centrada en el cuidado personal, pero que se convirtió en uno de los primeros esfuerzos masivos para romper con los estereotipos de belleza imperantes.

A través de imágenes de mujeres de diferentes edades, etnias y tallas, Dove evidenció los impactos negativos que ejerce la publicidad tradicional y promovió una visión más amplia de lo que puede considerarse “belleza”. Esta campaña fue un hito, pues inició un debate que caló tanto en el sector publicitario como en el de la moda, y abrió el camino a posteriores iniciativas de inclusión.

También en 2014, la marca Aerie (filial de American Eagle) lanzó la campaña #AerieREAL, que destacó por la decisión de no retocar digitalmente a sus modelos. Las imágenes mostraban mujeres con celulitis, estrías y distintas complexiones, alejándose del ideal estético retocado al que estaba acostumbrado el público.

Este enfoque de total honestidad con el cuerpo resultó un éxito comercial y demostró que presentar cuerpos reales, lejos de dañar la imagen de la marca, contribuía a incrementar la fidelidad de las consumidoras y mejorar la reputación corporativa.

Otro ejemplo interesante es Chromat, fundada en 2010 por la diseñadora Becca McCharen-Tran, que empezó a ganar notoriedad en pasarelas alrededor de 2015 gracias a su compromiso con la diversidad. Como marca de moda y swimwear independiente, incluyó en sus desfiles a modelos trans, plus size y con discapacidad, rompiendo estereotipos de la industria.

Sus colecciones apuestan por el confort y el ajuste real para distintos cuerpos, reforzando el mensaje de que la prenda debe adaptarse a la persona y no al revés. La atención mediática que obtuvo evidenció el potencial de la inclusión en el rubro de la alta costura.

Y no podríamos dejar de mencionar la marca de lencería Savage X Fenty, creada por Rihanna en 2018, que acaparó los titulares desde sus inicios por su propuesta incluyente y por los espectaculares desfiles que integran música, performance y celebración de la diversidad.

Las colecciones abarcan un rango amplio de tallas y se caracterizan por reflejar distintas edades, géneros y contexturas. Además, Savage X Fenty destaca su enfoque en la representación LGBTQ+ y en la visibilidad de cuerpos tradicionalmente marginados. Sus desfiles, transmitidos a nivel internacional, han recibido elogios por la forma en que celebran la individualidad y la inclusión.

La moda no es solo una industria; es también un canal cultural que transmite mensajes sobre quién “merece” ser visto y admirado. Incluir cuerpos disidentes en las campañas, catálogos y pasarelas es una forma efectiva de ensanchar los límites de lo “aceptado” y de promover el respeto hacia todas las personas.

Esta transformación no sucederá de la noche a la mañana, pero cada paso —por pequeño que parezca— contribuye a un futuro en el que la moda sea realmente para todos, sin jerarquías ni exclusiones. A medida que las marcas, las organizaciones y los consumidores exigimos y apoyamos la representación de la diversidad, estamos impulsando una revolución que redefine qué significa vestirse, mirarse y sentirse bien.

Por Carolina Pinheiro, co-fundadora y CEO de Inbrax y Líder de Belong, laboratorio comunicacional con foco en diversidad, inclusión y sentido de pertenencia.